martes, julio 18, 2006

El sueño es toda una realidad.

No hay dudas de que sólo en una sociedad como la nuestra, que no distingue entre sexo, raza, ni religión, la juventud es protagonista de los programas más
trascendentales que se llevan adelante. Para cualquier joven cubano culminar estudios universitarios es una meta que puede cumplir, un sueño fácil de realizar si solo se lo propone. Nada le impide escoger su futuro y luchar por el, estudiando cada día más y superándose constantemente. Los que terminemos satisfactoriamente esta etapa de nuestras vidas transitaremos por la vida laboral con los mejores valores que puede tener un universitario, forjados en la responsabilidad, el sacrificio y la solidaridad.
Momento especial este año en la graduación del Centro universitario "José A. Echeverría" fue la entrega de su diploma al estudiante ciego Roberto Pérez de Paz, primero en el país que con esa limitación física termina los estudios de Ingeniería Informática.fff

La graduación de cada uno de los jóvenes que llegan al final de su vida universitaria es solo un punto de partida en la carrera para ser más útiles a la Revolución. Su comportamiento futuro se basará en los valores en los que se han formado en las aulas, y que son los que distinguen a los profesionales revolucionarios. Tenemos el compromiso y la gran responsabilidad de conservar la Universidad Cubana como bastión inexpugnable de nuestro proceso revolucionario, sitial donde la colocaron y mantuvieron generación tras generación de cubanos. Siento la satisfacción de estar disfrutado de la vida universitaria, esa que está más allá del aula donde recibimos las clases, la cual es vital para formar jóvenes verdaderamente integrales y no puramente academicistas.

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